En la calle de San Bernardo se encuentra el Monasterio e iglesia de los benedictinos de Montserrat. Este monasterio fue fundado por Felipe IV en 1642 para acoger a los monjes castellanos que tuvieron que abandonar Montserrat durante la sublevación de Cataluña. Esta podría haber sido una de las iglesias madrileñas más espectaculares, pero la cúpula, una de las torres y el ábside se quedaron sin hacer por falta de presupuesto. Con todo, es un templo del máximo interés, sobre todo por la torre y la fachada, obra de Pedro de Ribera. La torre tiene un original chapitel bulboso de influencia centroeuropea. En la construcción de la iglesia, iniciada en 1668, intervienen diez de los arquitectos de más renombre del momento, destacando el autor de la traza, Sebastián Herrera Barnuevo, y sobre todo Pedro de Ribera.
La iglesia tiene planta de salón. La imaginería es escasa, ya que sufrió los efectos de la desamortización y de la iconoclastia de 1936. Destacan las tallas de Montserrat, San Benito y Santa Escolástica, en el presbiterio, de la escuela madrileña del XVII. Llama la atención el Cristo de Burgos, un Cristo con pelo natural realizado en el XVIII en Burgos, al que los castizos conocen como “el de los huevos”, por cuatro huevos de ñandú colocados a sus pies que fueron traídos de América por un devoto. En 1836, con la exclaustración, el convento se convirtió en Casa-Galera y cárcel de mujeres. Posteriormente, y tras acoger temporalmente a las religiosas del Caballero de Gracia, el convento pasó de nuevo a la Orden de los benedictinos, convirtiéndose en Priorato del Monasterio de Santo Domingo de Silos.
En la actualidad, viven en el convento una decena de monjes benedictinos. Al ser de la orden de San Benito, tienen la costumbre de cantar gregoriano, especialmente en la misa dominical de las doce. Esta iglesia fue una de las últimas que mantuvo filas de bancos separadas para los hombres y las mujeres, costumbre que perduró hasta mediados de los años setenta.
Hay personal específico en la recepción del monasterio para atención a personas con discapacidad o necesidades diferentes. Se admiten perros de asistencia. Prestan sillas de rueda a personas que lo necesiten. Hay visitas guiadas para todo los públicos y están adaptadas para personas con movilidad reducida. La Iglesia no tiene entrada accesible por la puerta principal que hay en la calle San Bernardo, ya que tiene un tramo de escaleras.
Sí es accesible desde la entrada al monasterio por la calle San Bernardo, donde se puede acceder a la iglesia sin dificultad, lo mismo sucede por el lateral de la Calle Quiñones, donde se accede mediante rampa a la Iglesia.
Metro con ascensor: Noviciado: L2, L3 y L10 San Bernardo: L2 y L4.
Cercanías: Sol
Autobuses:3, 40, 21, 147.
Aparcamiento: Barceló.