En su web escriben: “Nuestra historia comienza a principios del siglo XX. Corría el año 1905 cuando la familia Martínez, de Cariñena, Aragón, decidió distribuir sus vinos en Madrid. Para ello abrió hasta 9 establecimientos en la ciudad, delegando su gestión en sus empleados de mayor confianza.
En aquel entonces el vino, que llegaba directamente de Cariñena en carros (luego camiones) se almacenaba en el sótano, y subía a las tinajas del mostrador mediante un ingenio mecánico creado para tal propósito.
Este establecimiento fue abierto en 1927 y renovado durante las años 50. A día de hoy, la bodega es la única superviviente de ese ambicioso proyecto, que hoy seria centenario”. “Nos gusta ser fiel a nuestra historia. Es por ello por lo que hacemos comida tradicional Española. Nos gusta utilizar ingredientes frescos y hacemos un menú de temporada”. Puede consultar la carta en su página de internet.
La entrada a esta bodega clásica está en la calle Palma, tiene un pequeño escalón que dificulta el paso al local, pero no se impediría el acceso si no fuera porque en la puerta que tiene un mayor rebaje, por el que podría pasar incluso un silla de ruedas, suele estar “taponada” por clientes ocupando sus mesas y sillas. ¡Señores de El Maño! si quieren que a esta mítica y bonita taberna pueda entrar personas con problemas de movilidad, al menos, no bloqueen todas las puertas de acceso. Por servir dos cañas más, están impidiendo que otras puedan consumirlas. Este local tampoco dispone de aseos accesibles ni adaptados.
Metro con ascensor: Plaza de España L3
Metro sin ascensor: Noviciados L2
Autobuses: 31, 36, 41, C1, C2
Aparcamiento: C. de la Princesa, 3,